Es el 4722 que representa al Dragón de Madera
Numerosas personas participaron en las festividades para dar la bienvenida al Año Nuevo Lunar en el Barrio Chino de Belgrano. Este año marcó el comienzo del 4722, el Año del Dragón de Madera, con una variedad de actividades que incluyeron danzas de dragones, caligrafía china, eventos culturales, música con instrumentos tradicionales y bailes típicos. El área alrededor de la calle Arribeños, entre Juramento y Blanco Encalada, se engalanó festivamente para recibir al «Dragón de Madera», un símbolo significativo para la comunidad china. Más allá de representar «vigor y fuerza», este animal augura un futuro próspero, marcando el año como «de las grandes oportunidades».
Conocida como «La Fiesta de Primavera», que celebra la transición del frío al inicio de la temporada según el calendario agrícola (nongli) o calendario luni-solar, el Año Nuevo Chino es una de las festividades más destacadas de la comunidad. Las calles estaban adornadas con faroles rojos y los locales ofrecían exquisiteces de la gastronomía asiática. Multitudes se congregaron bajo el arco de entrada al Barrio Chino para presenciar diversos espectáculos. Un gran dragón rojo y un león lideraron un desfile por la calle, visitando diversos bazares para impartir bendiciones, mientras los comerciantes realizaban ofrendas. El dragón, un «gran títere» con 11 miembros, cobraba vida desde el mediodía, recorriendo todos los rincones del barrio.
La ceremonia del clavado de pupilas marcó el despertar de los leones y el dragón, otorgándoles vitalidad. Las ofrendas se entregaban en sobres rojos colocados en la boca del dragón, simbolizando la prosperidad para el nuevo año. Tanto el dragón desde el cielo como los leones desde la tierra representan la llegada de cosas positivas, alejando malos augurios y demonios a través de danzas, música y platillos que ahuyentan a estos últimos. Bajo la atenta mirada del público, los animales ingresaban a los locales, mostrando respeto y haciendo reverencias, y al salir, retrocedían sin recibir las ofrendas de los sobres.
Los abanicos fueron elementos destacados para combatir el calor y la humedad, junto con bebidas coloridas como lichi, melón, jugo de mango, coco o papaya. La Compañía de Danza China presentó una escena que transportaba a los espectadores a China, con guerreros, damas de rojo y danzas que incluyeron movimientos delicados, exhibiciones imponentes de artes marciales y bailes tradicionales con grandes abanicos rojos. Además, se realizó un desfile de ropa «Moderno y Milenario», fusionando elementos de la cultura asiática y occidental con atuendos tradicionales y modernos, con colores que representaban el yin y yang (blanco y negro) y el rojo, el color de la fortuna.
Las festividades del Año Nuevo Chino comenzaron la semana pasada y se extenderan hasta el 17 de febrero en diversos puntos de la ciudad de Buenos Aires y otras provincias. Desde 2019, las actividades en Argentina se denominan la «Ruta del Año Nuevo Chino» -en este caso, 2024-, subdividida en «12 estaciones», una por cada animal del zodiaco chino y cada evento planificado. La estación de la Rata, el 14 de febrero, incluirá la muestra y exposición «Oriente todo».
La última estación, el Tigre, llegara el 15 de febrero al Salón de Actos de la Facultad de Ciencias Económicas UBA, donde el Instituto Confucio ofrecerá la charla «Recorriendo China desde una perspectiva cultural». Las estaciones «Serpiente», «Mono», «Cerdo», «Gallo», «Perro» y «Caballo» se llevaran a cabo como actividades virtuales, incluyendo un banquete transmitido en streaming entre académicos chinos de la prestigiosa Tsing Hua University y anfitriones argentinos en Ushuaia.
