Despues del fracaso en la «previamente ganada de local» Copa América, se suceden hechos en tiempo récord, como presentar un proyecto de «Federalización» del futbol para tapar rápidamente otra nueva frustación.
Se lee a las claras que el Gobierno Nacional quería mostrar como propio en los balcones de la Rosada el triunfo del seleccionado, pero los muchachos conducidos por Batista y por los anteriores técnicos demuestran en los torneos internacionales una pasmosa pasividad que les fluye de sus venas carentes de sangre.
Tomada dicha nota, se impone por decreto un torneo LOCO de 38 equipos, con el fin político de ganar votos futboleros y mantener un negocio que sin los grandes en primera no sería tal y de mantener en su puesto a «nuestro padrino» Don Humberto.
Otra patética medida de autoritarismo de un gobierno nacional y popular que en algunas metodologías se está pareciendo a otros que mejor ni recordar.