El mercado de propiedades en Belgrano y Colegiales experimenta un crecimiento sostenido con la llegada de emprendimientos residenciales
En los últimos años estos barrios de la Comuna 13 fueron testigos de un floreciente mercado inmobiliario que transformó para mal la geografia del lugar, sumando metros y metros de concreto en desmedro del verde y la calidad de vida de sus ciudadanos. Según el último relevamiento, se detectaron 42 emprendimientos en construcción o recientemente finalizados, abarcando una superficie total de 65.560 m². Esta cifra apenas se sitúa por debajo del registro del año anterior, lo que demuestra una continuidad en el auge de la construcción en la zona y la destrucción de un estilo de vida.
Una de las áreas destacadas en este informe es el corredor correspondiente a las avenidas Donado-Holmberg, donde el Gobierno de la ciudad impulsó el desarrollo de tierras que originalmente estaban destinadas a la Autopista A3, pero que nunca se materializó. Estos terrenos, abandonados y/o usurpados durante décadas fueron revitalizados gracias a esta iniciativa, dando lugar a un mayor número de emprendimientos residenciales innecesarios, que podrían haberse convertido en espacios verdes e incrementado el numero de ellos por metro cuadrado por habitante tan bajo en nuestra comuna.
Un fenómeno extraño es la alta cantidad de edificios que no cuentan con carteles de venta o que ya se encuentran pre vendidos. Según un informe, el 70% del total están en dicha situación, es decir 28 de los 42 edificios relevados. El argumento que se esgrime es que los propietarios prefieren no vender y optan por pagar las expensas y servicios mínimos de los edificios ya terminados. Tal vez arrepentidos por el mal negocio de superpoblar de edificios barrios que ya por falta de verde se transformaran en hornos por el exceso de cemento sumado al calentamiento global que hace muy difícil la vida durante la temporada estival.
Con el correr de los años, Belgrano y Colegiales se convirtieron en destinos atractivos para aquellos que buscan una vida urbana con acceso a servicios, transporte y una amplia oferta cultural, verde y gastronómica. Pero perdieron absolutamente su esencia de barrio.
