Desde parejas jóvenes con hijos pequeños hasta solteros que trabajan desde sus casas, el perfil de los habitantes del polo Donado-Holmberg, más conocido como Doho, lo compone un segmento joven que prioriza la tranquilidad y el verde.
El barrio ocupa 13 manzanas -entre Donado y Holmberg, y desde la avenida Congreso hasta la calle Carbajal– en plena ciudad, alejadas del bullicio y del ritmo acelerado de la ciudad.
Se distinguen construcciones modernas, bajas, con amenities, en calles de veredas anchas y con una variada oferta de locales gastronómicos y de servicios.
Las cuadras del Doho reúnen dos atractivos sumamente valorados, por un lado la tranquilidad y, por otro, la variada propuesta comercial. Es un polo muy consolidado, Donado tiene además vida propia gracias a los restós y locales comerciales que se instalaron en su traza. Hay que tener en cuenta que su polo gastronómico es un atractivo importante.
Un punto a destacar es la conectividad, por un lado, hay varias líneas de colectivos que bajan por Pampa, a esto se suma la línea B de subte a unas cinco cuadras y la estación de tren Drago, a pocas cuadras, en Donado y Roosvelt.
La expectativa general es que el Doho recupere su esplendor a fuerza de proyectos -que siguen fuerte en la zona-, y del enorme valor que adquirieron tras la pandemia los espacios abiertos, menos poblados, los edificios bajos, los ambientes amplios, las veredas anchas, las bicisendas, la cercanía al verde, todo lo que ofrecen estas manzanas que se volvieron tan atractivas en plena ciudad.
Recordemos que en esta zona se había proyectado la frustarada traza de la ex AU3 que surgió luego de que la dictadura cívico militar abandonara en 1981 el proyecto del entonces intendente de Buenos Aires, el brigadier Osvaldo Cacciatore, que dejó un tendal de viviendas demolidas y otras abandonadas que terminaron siendo ocupadas. El proyecto era parte de un plan de autopistas urbanas de las que se llegó a construir la 25 de Mayo (AU1) y la Perito Moreno (AU6).
La frustrada Autopista Central 3, que correría paralela a la costa hasta desembocar en el Puente Uriburu, estaba pensada como prolongación de la Panamericana. Para eso, en 1977 se expropiaron, desalojaron y demolieron terrenos, casas y edificios completos en una amplia franja de la ciudad que afectó zonas residenciales como Saavedra, Coghlan y Villa Ortuzar. El denominado sector 5, que fue el más afectado por las topadoras y las expropiaciones, alrededor de 900. El llamado sector 4, que ve de la avenida Álvarez Thomas hasta el final, en Pompeya, al quedar inconcluso el proyecto no llegó a ser demolido.
En 1994, el tramo entre General Paz y Congreso estaba totalmente despejado. Ante la evidencia, algo había que hacer. Así nació la Avenida Parque Donado que se convirtió en una buena vía de ingreso al Acceso Norte. Rodeada de parques, el espacio es un pulmón verde y de recreación para los vecinos de Saavedra. Desde Congreso hacia el sur, hoy la postal también es otra. La paleta de colores mutó de aquellos valores cromáticos en blanco y negro a una gama más luminosa.
Entre Congreso y la calle Carbajal, el rectángulo conformado por Holmberg y Donado modificó radicalmente su fisonomía. Muchos de los habitantes de las casas tomadas fueron mudados a viviendas sociales que forman parte del novedoso barrio. La construcción de las mismas fueron responsabilidad de la Subsecretaría de Planeamiento, que depende del Ministerio de Desarrollo Urbano porteño.
Esas viviendas se alternan con otros edificios relucientes, de media densidad, que permitieron la llegada de nuevos vecinos, en general jóvenes, debido a la funcionalidad de estas viviendas que cuentan con amenities como solárium, gym, piscinas y quinchos. El corredor cambió de cara. Rodeados de verdes, los edificios no solo albergan viviendas sino oficinas y estudios. Sobre el nivel de la calle, bares y restaurantes convirtieron a la zona en un polo gastronómico de moda. Desde ya, el metro cuadrado cotiza en valores similares a varias zonas de Villa Urquiza, Belgrano y Palermo. La mejor cotización, considerablemente superior, también se desparramó en las cuadras cercanas. Además, este sector de la ciudad es lindante con Belgrano R y con la zona comercial de Villa Urquiza, lugares muy codiciados hoy. Para preservar el perfil de la zona, las construcciones respetan una distancia de quince metros entre la medianera y la calle. De esta forma, las 14 manzanas se convierten en un parque lineal de 1500 metros.