En la zona del Hipódromo de Palermo, a lo largo de la avenida Dorrego la obra del Paseo Gigena se encuentra en su fase final
De manera estratégica situado entre el Hipódromo y El Rosedal de Palermo, este contemporáneo recorrido emerge como un nuevo referente y jugará un papel esencial al conectar la región actualmente separada por ese terreno.
Quienes recuerden el antiguo estacionamiento de concreto ubicado frente al Hipódromo, con capacidad para albergar alrededor de 1000 automóviles, encontrarán difícil asimilar que se trata esencialmente del mismo lugar.
Una particularidad destacada de este proyecto semipúblico es su capacidad para reciclar el 80% de la estructura original. Además, contribuye a la totalidad del circuito del parque al extender el sendero verde a lo largo del costado del edificio hasta el techo ajardinado.
Luego desciende por una rampa en el lado opuesto, restableciendo de manera fluida la conexión con el parque. Esta disposición proporciona vistas panorámicas de la ciudad sin requerir una elevación significativa. En este espacio se instalarán dos establecimientos gastronómicos, siendo uno de ellos un rooftop bar.
La elección de preservar la estructura original condujo a una reflexión minuciosa sobre cómo integrar de manera armoniosa el nuevo proyecto con la forma peculiar del edificio existente. El cilindro en la esquina, que solía albergar un tanque de agua y ahora funciona como espacio de oficinas con un mirador en su terraza, rinde homenaje a la forma clásica que poseía el estacionamiento en el pasado.
Gracias a la disposición del edificio, cada área ofrece vistas al Rosedal, al Hipódromo o al Campo Argentino de Polo. Este proyecto resulta especialmente adecuado para aquellas empresas que buscan establecerse en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero prefieren ubicarse fuera del centro porteño.
En total, siete empresas comparten este espacio, que incluye un espacio de coworking, una desarrolladora inmobiliaria, una empresa agrónoma, una fintech y una empresa minera. Algunas de las oficinas disponen de terrazas privadas o patios internos.
Una vez concluido, el acceso de los empleados al complejo se organizará a través de tres entradas principales ubicadas en la avenida Dorrego, la Avenida del Libertador y la calle Freire. Dependiendo de la ubicación de cada oficina, los empleados ingresarán por una de estas entradas, lo que dará lugar a tres lobbies y tres núcleos de oficinas distintos, optimizando así la disposición del espacio.