Gracias a un convenio con la empresa Green Oil S.A.S., la Facultad implementó un sistema para manejar los aceites residuales generados en la cocción de los alimentos
El Aceite Vegetal Usado (AVU) requiere de una gestión integral para prevenir la contaminación y preservar el ambiente y la salud. Recientemente la Facultad de Agronomía de la UBA firmó un convenio con la empresa Green Oil S.A.S. para desarrollar en FAUBA un sistema de acopio para la recolección diferenciada de aceites residuales.
Esta empresa es la creadora y desarrolladora de la Red Argentina de Aceites Vegetales Usados (RAAVU), la red que se encarga de la recolección, reciclado y tratamiento de aceites vegetales usados, grasas animales y residuos grasos para transformarlos en biodiesel de segunda generación (Bio2G). Tiene convenios con municipios de seis provincias (Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Misiones y Corrientes), en las cuales se distribuyen 159 puntos de recolección; y también con empresas como AySA.
De esta manera, y para lograr la recolección diferenciada, la empresa suministró dos tipos de contenedores: uno se colocó en el predio y es de acceso a toda la comunidad y vecinos/as; y otro, en la cocina del Agrobar.
¿Por qué es necesario realizar un adecuado manejo de los Aceites Vegetales Usados? “El Aceite Vegetal Usado (AVU) es el residuo que se genera como consecuencia de su uso en la cocción de alimentos a partir de la fritura total o parcial de los mismos. Este residuo se genera debido al consumo propio (pequeños generadores domésticos) así como en establecimientos dedicados a la elaboración de alimentos (hoteles, restaurantes, confiterías, entre otros)”, explicó la responsable.
“Este subproducto – agregó Oliván- constituye un residuo con características de nocividad que requiere de una gestión integral que reduzca al máximo el potencial impacto negativo en el ambiente y la salud de las personas”.
En este sentido si el AVU no es descartado y tratado correctamente, puede generar daños a la salud pública “si es sometido a procesos de blanqueo, reenvasado, comercialización ilegal y reutilización para consumo humano”; contaminación del suelo por derrames y disposición inadecuada; contaminación de cursos de agua “como arroyos y canales de agua, afectando la capacidad de intercambio de oxígeno”; deterioro de cañerías y alcantarillado “al enfriarse en las cañerías puede producir obstrucción y provocar, además, problemas de olores y plagas”; e incremento de los costos de operación y mantenimiento de las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales.
Además, señaló que desde la Jefatura de Gestión Ambiental consideran que la instalación del contenedor en el predio de la FAUBA busca brindar soluciones a la falta de puntos de acopio en la Ciudad de Buenos Aires. Según explicó Oliván, en CABA los Aceites Vegetales Usados (AVU) domiciliarios pueden entregarse en los denominados ‘Puntos Verdes’. Estos dispositivos, más frecuentemente conocidos como punto de acopio de residuos reciclables también acumulan botellas de amor, residuos electrónicos, entre otros.
“Hoy en día, la cantidad de los Puntos Verdes se redujo drásticamente. En 2021 la Ciudad contaba con más de 71 Puntos Verdes fijos. En septiembre del 2023, estos dispositivos se redujeron a 41 y, actualmente, ese número se reduce aún más quedando solo un Punto Verde por Comuna (salvo unas pocas excepciones). En un contexto donde los puntos de acopio son cada vez menos, la presencia de un contenedor destinado a este propósito en el predio de la FAUBA es un incentivo para seguir gestionando de manera responsable los residuos que generamos contribuyendo al cuidado del ambiente y la salud de la población”, finalizó.