| La Asociación Civil Ciudades Sin Bullying, presenta un estudio con las formas de ejercer bullying y los daños psicológicos, anticipando un problema de Salud Pública y de convivencia en ámbitos familiares, laborales y recreativos
Cambia la geografía pero el problema se repite. Todo un signo de nuestros tiempos, pero con una peligrosa proyección respecto de las consecuencias que compromete al futuro.
El 39,5 por ciento de los chicos sufre BULLYING por parte de sus pares. Revelaciones de una encuesta que reunió cerca de 1.700 participantes que cursan la escuela secundaria.
Desde la Asociación Civil Ciudades Sin Bullying que preside la Dra. En Psicología Guillermina Rizzo, vienen alertando sobre el aumento de la violencia, y proponen un espacio curricular específico para abordar la temática de los vínculos, pues considera que de esta manera se evitarían los noviazgos violentos en la adolescencia, los casos que terminan con un acta de defunción en la edad adulta; con urgencia debería haber una materia dedicada a la convivencia en la que se trabajen habilidades sociales indispensables para la vida y el ámbito laboral.
Integrantes de la ONG recorren distintas ciudades trabajando sobre la problemática del bullying y durante un año encuestaron 1668 alumnos de distintas ciudades, de escuelas secundarias del país, exceptuando los cursos que egresan, es decir los que cursan el último año. La encuesta fue diseñada en la Universidad Politécnica de Madrid (revalidada por Editorial TEA en Argentina). Dicho instrumento indaga la prevalencia del bullying que se manifiesta a través de 8 (ocho) conductas: hostigamiento, intimidación, amenazas, coacciones, bloqueo social, exclusión social, manipulación social y agresiones; y la prevalencia de daños psicológicos: ansiedad, estrés postraumático, distimia, disminución de la autoestima, flashbacks, somatización, autoimagen negativa y autodesprecio, que se corresponden con las definiciones que el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos mentales DSM-IV.
«El problema se agrava cuando docentes y familia minimizan las actitudes de acoso por parte de los pares, y cuando desde el Estado no hay una política pública específica y sostenida”
En este sentido, mediante dicho estudio se pretende identificar, diagnosticar, prevenir y tratar el Bullying y los daños psicológicos más frecuentemente asociados a estas conductas. |
