Producto de la crisis cerró Fame, un histórico restaurante del barrio

Otro golpe a la economía de la Ciudad

El  histórico restaurante de la Comuna 13 emplazado en el  barrio de Belgrano, conocido hace décadas como “Fame Fast Food”, que recientemente había cambiado su nombre a “Famenovo”, ubicado en la intersección de las avenidas Cabildo y Congreso, fundió hace algunas semanas como consecuencia de una pronunciada caída en las ventas, que comenzó el año pasado con el inicio de la cuarentena y los confinamientos obligatorios, ante la irrupción del coronavirus. Esa caída nunca se detuvo y, finalmente, el restaurante tuvo que cerrar. “Nos enterró el peso de la mochila de la cuarentena”, dijeron sus dueños. Con un cartel en una vidriera tapada, los dueños se despidieron de cientos de clientes que, por los buenos precios, pasaban diariamente por allí: “Nos vamos con un nudo en la garganta. Es una tristeza muy grande porque Famenovo ha sido parte de nuestra vida, de nuestro crecimiento. Compartimos buenos momentos, risas, esfuerzos. Lo hemos intentado todo junto a nuestros trabajadores. Estaremos eternamente agradecidos con nuestros clientes y amigos por las palabras de aliento y cariño; especialmente con nuestros empleados, que lucharon codo a codo para evitar este final”. Sin embargo, no es el único caso. Durante los últimos meses -por ejemplo- en Recoleta, Filo y El Living intentaron resistir, pero terminaron formando parte de la cada día más extensa lista de bares fundidos por la pandemia, en medio de una ciudad con calles semi desiertas y locales cerrados. A pesar de que hace unos días atrás, el Gobierno anunció la ampliación de la asistencia a actividades críticas y de la Salud, a las cuales va a ayudar con el Programa de Recuperación Productiva (Repro) II, tal como dictaminó mediante la Resolución 266/2021 publicada en el Boletín Oficial y que de esta manera, las empresas pertenecientes a salud y a los sectores críticos particularmente afectados por la actual coyuntura contarán con una serie de beneficios para paliar la difícil situación en que los ubicó la pandemia de coronavirus, pero para el sector gastronómico esto no ha sido suficiente, en ocasiones por la demora en la asistencia y en otras porque las deudas acumuladas en estos meses se han vuelto impagables. El monto del beneficio es de $22.000 por trabajador independiente y alcanzará a los siguientes sectores: gastronomía, turismo, transporte, industrias culturales, actividades deportivas y de esparcimiento, comercio de rubros no esenciales y de ramas esenciales pero que en los últimos meses han estado afectados por la caída de la circulación, y peluquerías y centros de belleza. Tal vez si hubiera mas celeridad hoy Famenovo seguiría de pie.

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