Como cada año con el inicio del ciclo lectivo en la Ciudad de Buenos Aires, vuelven también las actividades en los Centros de Primera Infancia (CPIs), que tienen como objetivo general garantizar el crecimiento y desarrollo saludable de las niñas y los niños de 45 días a 3 años de edad en situación de vulnerabilidad social
Con más de 9.000 inscriptos, de las 11.000 vacantes que se completarán durante el mes de marzo, se dio inicio al ciclo 2023 de los CPI de la Ciudad de Buenos Aires. El programa “Centros de Primera Infancia”, que cuenta con más de 70 CPIs distribuidos en toda la Ciudad (16 en Barrios Populares), proyecta 3 nuevas aperturas para este año: Villa 15, Lugano 1 y 2 y Parque Chacabuco.
Los Centros de Primera Infancia tienen como objetivo general garantizar el crecimiento y desarrollo saludable de las niñas y los niños de 45 días a 3 años de edad en situación de vulnerabilidad social de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en pos de favorecer la promoción y protección de sus derechos.
“El estímulo de los niños y niñas en sus primeros años de vida es muy importante para su desarrollo integral. Por eso, en este nuevo inicio de clases, continuamos trabajando con todos los actores, para tener una mejor educación y un mejor futuro para nuestros chicos y chicas”, afirmó María Migliore. “Los CPIs son un pilar central de la política social, de desarrollo y de educación en la Ciudad de Buenos Aires”, aseguró la ministra de la cartera de Desarrollo Humano y Hábitat.
Este año el Programa contará con capacitaciones para todo el personal docente en sala, Ciclos de conferencias sobre diferentes temas relacionado a las Infancias, Proyectos de Concientización y Sensibilizaciones en Lactancias y Campañas de Prevención para la prevención de Enfermedades en los alimentos.
Además, los Centros de Primera Infancia, buscan garantizar el crecimiento y desarrollo saludable de niños y niñas; brindar elementos básicos para la satisfacción de las necesidades fisiológicas, afectivas, psicomotrices, de juego, recreación y socialización; crear un espacio propicio para la estimulación temprana y la adquisición de hábitos; ofrecer contención y asistencia a las familias; y brindar información y contención a las mujeres embarazadas sobre aspectos fundamentales de cuidado del embarazo, el parto y los primeros meses de cuidado de su hijo.
Dotados de equipos técnicos integrados por profesionales del trabajo social, la psicomotricidad y la psicopedagogía, los CPI acercan herramientas de carácter diferencial y multidisciplinario y llevan adelante actividades grupales e inclusivas para fortalecer el desarrollo psicomotriz, proponiendo así un aprendizaje mutuo de los saberes con las familias.