El próximo 12 de abril se relanza el Museo Virtual Ana Frank, una experiencia interactiva con guías en vivo que toma como punto de partida la historia de Ana Frank y su familia.
Las visitas se harán desde la plataforma Zoom y estarán habilitadas para grupos escolares los martes y miércoles por la mañana y los jueves por la tarde, y para particulares los miércoles, viernes y sábados por la tarde.
Los recorridos virtuales duran 90 minutos y se inspiran en el legado del famoso Diario de Ana Frank. Se analiza la complejidad del contexto de persecución vivido durante el régimen nazi recuperando los actos de resistencia y protección para facilitar reflexiones acerca de nuestros días.
«El museo virtual es un desafío que se propone volver accesible el legado de Ana Frank, en especial adolescentes y jóvenes de toda Argentina y de todos los países latinoamericanos y del mundo hispanoparlante. Nos proponemos desarrollar experiencias inspiradoras en el concepto de una pedagogía de la esperanza que fortalezca las capacidades de los y las jóvenes para asumir un rol activo en nuestros días como sujetos de derechos», expresó Héctor Shalom, director del Centro Ana Frank.
Tanto en el museo virtual de Ana Frank como en el museo presencial -ubicado en Superí 2647, Coghlan, ciudad de Buenos Aires- las visitas están guiadas por un equipo de jóvenes y adolescentes voluntarios y voluntarias.
“Desde el Centro Ana Frank apostamos a la educación de pares, por eso nuestros guías son jóvenes voluntarios de entre 15 y 25 años”, explica Celeste, una de las guías del Museo Virtual. “Si te gustaría formar parte del staff, te invitamos a participar de nuestra próxima capacitación”.
Durante todo el año, el Centro Ana Frank realiza capacitaciones de guías para la formación en temáticas relacionadas con los Derechos Humanos. Con el objetivo de aproximarse a lo abordado por las exhibiciones del Museo, la capacitación consiste en talleres que parten del testimonio de Ana Frank para atravesar distintos momentos históricos, hasta desembocar en la actualidad y reflexionar sobre nuestros días.
Camila Oliva es Guía, responsable de turno en el Museo y asistente del área de Comunicación. Empezó a guiar cuando tenía 16 años: “Era muy callada, cuando quería opinar o decir lo que pensaba, no se me tenía muy en cuenta. Pero cuando llegué al Centro Ana Frank, eso cambió. Mi palabra empezaba a importar, tenía un mensaje que transmitir: la esperanza, la tolerancia, el respeto, no ser indiferentes”, dice Camila.
Como responsable de turno en el Museo, cumple con funciones administrativas -agendar grupos escolares y recibirlos, por ejemplo- pero también realiza capacitación y acompañamiento constante de los guías que se suman al equipo.
“Nuestro trabajo es que los guías se sientan cómodos, se apropien del espacio, se animen a hacer visitas con todas las herramientas disponibles a su alcance”, explica Camila.
“Lo más valioso que tenemos para ofrecerles a los jóvenes desde el Centro Ana Frank es un lugar donde actuar, expresarse y ser protagonistas, tomar un rol activo en la construcción de memoria, conocer sus derechos, saber qué cosas fueron dañinas para la historia de la humanidad y del país y qué cosas no quieren para su vida y su futuro.”
Acerca del Centro Ana Frank
El Centro Ana Frank Argentina (CAFA) abrió sus puertas en 2009 con el objetivo de salvaguardar la memoria de Ana Frank, aquella niña judía que fue víctima del genocidio más emblemático en la historia de la humanidad. A su vez, busca difundir en nuestro país su ejemplo de vida como legado, que va mucho más allá de su famoso diario, y de generar permanentemente conciencia sobre todos aquellos delitos de lesa humanidad, violencia y discriminación en nuestros días. El edificio del centroanafrank.com.ar fue declarado sitio de interés cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
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